Guisantes

Los guisantes frescos son legumbres verdes, todavía sin madurar, que se obtienen de la planta leguminosa del mismo nombre. Las semillas, redondas y de color verde, se encuentran en el interior de una vaina tersa, brillante más o menos comprimida. Existen más de mil variedades en todo el mundo, pero las comunes en la cocina gallega son los de grano liso (guisante redondo), con bajo tono de dulzor y una vaina no comestible. Un pie de guisante desarrolla hasta diez vainas, que contienen un número variable de guisantes cada una. Gracias a la protección que ofrece la vaina, no requieren de una limpieza exhaustiva y, además, se desgranan con facilidad. La mejor época para comprarlos frescos oscila entre mediados de mayo y finales de junio. También pueden encontrarse en lata, congelados o secos. Se pueden utilizar en la preparación de sopas, cremas, menestras y ensaladillas. La receta más sencilla para preparar los guisantes es al natural, es decir cocidos y salteados suavemente con mantequilla en cazuela de barro. Acompañan muy bien a taquitos de carne y jamón.