Kiwano

Originariamente era un gran pepino silvestre que crecía en el África tropical; en la actualidad se cultiva con bastante éxito en Nueva Zelanda y, además, en Kenia e Israel. A los mercados europeos llega desde enero hasta mayo. La cáscara presenta abundantes espinas carnosas y, al alcanzar la madurez, es de color anaranjado; bajo ella se esconde una pulpa gelatinosa de un tono verde que se va oscureciendo paulatinamente. La fruta está dividida en muchos compartimentos en torno a un punto central, a modo de celdilla en un panel, y en cada celdilla están contenidas las semillas, que también se comen. Para consumirla fresca, se parte la fruta por la mitad, a lo ancho o a lo largo, y luego se come a cucharaditas. O también se puede extraer integramente la pulpa con una cuchara y preparar con ella, junto con pedazos de otras frutas o verduras, dulces macedonias o sabrosas ensaladas. Una tercera manera es pasar la pulpa por un tamiz; el zumo así extraído se puede utilizar para helados y bebidas. Si se quiere añadir un delicado matiz al sabor del kiwano, puede añadírsele zumo de limón, nata y brandy o coñac. También se utiliza como acompañamiento de platos de carne o pescado.