El pimentón de la Vera es un colorante natural contemplado como especia, al no contener ningún tipo de aditivo. Para lograr 1 kg de pimiento seco (rama de pimiento) se precisan 7 kg de pimiento fresco. Se obtiene por la molienda de pimientos previamente ahumados de las variedades (Jaranda, Jariza y Jeromín), y de la variedad Bola. El ahumado de los pimientos es un proceso lento y laborioso que se realiza hoy, igual que hace 400 años, en secaderos de corriente vertical situados a pocos metros del lugar donde se cultiva el pimiento y con una orientación este-oeste, a fin de protegerse de los vientos dominantes en la zona. Estos secaderos constan de dos plantas y están construidos principalmente con ladrillo y teja árabe. Para secar los pimientos, en la planta de abajo se coloca un hogar de leña de encina, roble y arbustos leñosos aromáticos. En la planta superior se disponen los pimientos sobre un emparrillado de madera que permite el paso del aire caliente y el humo procedentes del hogar del piso inferior. La techumbre se hace de teja vana para permitir la salida de los gases.
El proceso de secado dura unas dos semanas. Durante ese tiempo, los pimientos pasan de tener un 80% de agua a menos de un 15%. Para que se sequen uniformemente, todos los días hay que voltear los pimientos, una operación peligrosa y difícil debido a las altas temperaturas y elevada humedad existentes dentro del secadero. Por último, se lleva el pimentón ahumado y desecado a unos molinos tradicionales de piedra para molerlo. Su sabor es suavemente picante al paladar.