El calabacín es una hortaliza carnosa, presenta una forma muy variable: cilíndrica o esférica aunque generalmente suele ser alargada. El color de la piel suele ser verde, claro u oscuro, amarillo, e incluso puede presentar estrías o punteados de distintas tonalidades.
La carne es firme y acuosa, pueden consumirse fritos, asados, crudos, rebozados, rellenos o en cremas. Aunque se encuentran en el mercado todo el año, en función de las variedades, los mejores calabacines se recolectan entre los meses de julio y septiembre.