La cebolla, es el engrosamiento subterráneo del tallo, conocido como bulbo, de una pequeña planta que posee el mismo nombre. Perteneciente a la familia de las liliáceas, como el ajo, el cebollino o el puerro, es una hortaliza rica en aceites esenciales sulfurados muy volátiles y picantes, que son los que nos hacen llorar cuando las pelamos. Existen muchos tipos de cebolla, que se diferencian por la forma, el tamaño, el color y el sabor. La blanca es la más habitual y que ofrece muchas posibilidades en la cocina. Si queremos aprovechar al máximo sus nutrientes, lo ideal es consumirla cruda, formando parte de ensaladas. En este caso lo mejor es elegir las variedades dulces, también se puede cocinar y servirse asada, hervida, rehogada, salteada o frita, siendo el acompañamiento perfecto de platos de carne, pescado, legumbres o verduras. Además, con ella también se pueden elaborar tortillas, sopas, cremas, purés o salsas.
Cebolla «Gallega» (1/2 kg.)
Bulbos, raíces y tubérculos, Productos "do país", Productos de temporada, Verduras y hortalizas1,30 €
Es rica en vitaminas C y E, así como en carotenos, que se consideran los tres mejores antioxidantes. Gracias a su contenido en glucoquinina, una sustancia que ayuda a disminuir el nivel de azúcar en la sangre, está indicada para personas diabéticas, siendo también recomendable su consumo en las dietas para perder peso, ya que posee muy pocas calorías. Es una buena fuente de fibra, lo que da sensación y mejora el tránsito intestinal, y aporta una cantidad elevada de potasio, favoreciendo así la eliminación del exceso de líquidos. Sus compuestos azufradas son beneficiosos en casos de afecciones respiratorias, como catarros y bronquitis, tienen acción antiasmática y antiinflamatoria, y favorece la resistencia al cáncer.