Cantharellus cibarius, conocido comúnmente como rebozuelo, anacate o chantarela. Su seta es comestible, y se puede encontrar cerca de coníferas y árboles planifolios, en la mayor parte de los casos a la sombra de encinas, alcornoques o robles. En la época de verano-otoño la seta aparece como ingrediente en muchos de los platos de la cocina europea. El color no es característico ya que depende de las características del terreno donde crece, aunque suele ir entre el amarillo blanquecino hasta el naranja. El sombrero es muy variable de tamaño y puede llegar a 6 a 10 cm. Es una seta agradable de sabor y tiene rendimiento culinario tanto guisada como en conserva o seca (se conservan hasta un año a temperatura ambiente). La carne es prieta y la convierte en un acompañamiento ideal de carnes. La seta posee pequeñas trazas de amanitinas, pero para poder ser envenenado hay que llegar a comer cientos de kilos.