La cebolla se distingue por ser dulce, suave y sin apenas picor. Su tierna textura la hace ideal para consumir en ensalada, y también, por su jugosidad, es excelente en todo tipo de asados, guisos, o como acompañante de otros platos. La diferencia principal de una buena cebolla dulce con la normal, es que esta última se cultiva en tierras con altos niveles de azufre, lo que termina por otorgarles su esencia en lágrimas, picor y cierta indigestión. Las cebollas dulces, por el contrario, son cultivadas en zonas con bajo nivel de azufre y 5,5 mmoles/l. de ácido pirúvico, mientras que las normales suelen tener entre 10 y 13 mmoles/l. Otra diferencia es que las cebollas dulces tienen un contenido de agua muy superior a las normales, por lo que resultan suaves y tiernas. Desde el punto de vista organoléptico, la cebolla dulce posee unas capas interiores muy tiernas y suculentas, que una vez digeridas no producen ningún tipo de reflujo esofágico.
Cebolla dulce (1/2 kg.)
Verduras y hortalizas, Bulbos, raíces, tubérculos, Productos de temporada1,00 €
Es rica en vitaminas C y E, así como en carotenos, que se consideran los tres mejores antioxidantes. Gracias a su contenido en glucoquinina, una sustancia que ayuda a disminuir el nivel de azúcar en la sangre, está indicada para personas diabéticas, siendo también recomendable su consumo en las dietas para perder peso, ya que posee muy pocas calorías. Es una buena fuente de fibra, lo que da sensación y mejora el tránsito intestinal, y aporta una cantidad elevada de potasio, favoreciendo así la eliminación del exceso de líquidos. Sus compuestos azufradas son beneficiosos en casos de afecciones respiratorias, como catarros y bronquitis, tienen acción antiasmática y antiinflamatoria, y favorece la resistencia al cáncer.