La grosella es el fruto procedente del grosellero. Es una baya translúcida, de sabor agridulce y color variable en función de la especie de grosellero del que proceda. Las especies de grosellero más importantes son grosellero negro, rojo, blanco y espinoso, produciendo cada uno de ellos un tipo de grosella característica. Dentro de cada una de las especies mencionadas se distinguen gran cantidad de variedades. La grosella roja, es una baya de color rojo, translúcida, agridulce y sabrosa. Sin embargo, su consumo en crudo es insignificante, al igual que el de la grosella negra. En función de la época de maduración pueden distinguirse variedades de grosellas rojas muy tempranas, tempranas, de media temporada y tardías. Las grosellas rojas, pueden consumirse frescas, pero fundamentalmente se emplean en la elaboración de múltiples productos como compotas, jaleas, mermeladas, gelatinas, cremas, batidos, tartas, helados, zumos, caldos, licores y bebidas refrescantes. El caldo y la confitura de grosellas son productos derivados que admiten cualquier tipo de grosella como materia prima.
Grosella roja
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La grosella roja, contienen un menor porcentaje glucídico que las negras y el aporte de vitaminas y minerales es menor que el de la negra. El contenido en proteínas es similar, al igual que el de lípidos. Destaca su contenido en fibra y vitamina C y su aporte de calcio, hierro y potasio. Al igual que la negra, resulta eficaz como prevención y tratamiento contra la gripe y otras enfermedades catarrales. Los ácidos de frutas, tan abundantes en las grosellas rojas, estimulan el funcionamiento intestinal y las secreciones de las glándulas digestivas.