El níspero es el fruto del árbol del mismo nombre. Tiene forma ovalada, con un tamaño de 3-4 cm de diámetro, la parte apical tiene forma de ombligo, y alrededor del borde sobresalen los 5 lóbulos del cáliz.
Antes de alcanzar la madurez, el níspero presenta una consistencia dura y áspera, por lo que resulta prácticamente incomestible; por ello, en los países fríos únicamente se lo consume cuando ha sobremadurado. El níspero suele aparecer en el mercado en marzo, los que presentan manchas de color pardo suelen ser los más sabrosos. Suele consumirse fresco, aunque dada su riqueza en pectina resulta muy apropiado para la elaboración de excelentes jaleas y confituras, una vez desprovista de las semillas. También puede emplearse como materia prima en la elaboración de jarabes y compotas, aunque de esta última forma su efecto astringente se reduce.