La patata kennebec presenta forma ovalada y es de gran tamaño. Su piel es fina y ligeramente moteada. En cuanto a su color, es amarillenta por fuera y blanca en la pulpa. Al tacto es bastante áspera y muy almidonada, lo que hace que tenga mucha consistencia y menor agua. Se trata de una patata semi-temprana o semi-joven disponible durante todo el año y conservada en lugares frescos.
PRINCIPALES USOS EN LA COCINA
Por su textura y composición son recomendadas para asar al horno y a la brasa (para ello, se lavan, se pinchan en varios sitios y se envuelven en papel de aluminio antes de ponerlas en el rescoldo). También para freír, porque su cultivo de secano reduce su composición en agua y no absorbe nada de aceite.
Seguro que alguno de vosotros tiene que triturar la patata para que un caldo o guiso quede más espeso. Pues bien, eso se acaba si utilizas la patata kennebec. ¡Puedes disfrutar de tus guisos espesos sin hacer ninguna “trampa”!
En Galicia solemos llamar a las patatas cocidas como “cachelos”, otro sobrenombre con el que se conocen también las patatas kennebec. Siempre que necesites unas patatas cocidas elige siempre la kennebec. ¡Son las que se utilizan para el famoso pulpo a la gallega!